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Pre + Pro (Prebióticos + Probióticos)

60 Cápsulas

17,80 

La microbiota es el conjunto de billones de microorganismos vivos que residen en nuestro organismo. Está
compuesta por bacterias, aunque también por virus, hongos y protozoos, y su relación con nosotros es de
beneficio mutuo: les damos alojamiento y alimento y estos seres microscópicos realizan un sinfín de tareas
beneficiosas para nuestra salud.
La microbiota habita en nuestra piel, boca, áreas genitales y principalmente en el tracto gastrointestinal,
colaborando en varias funciones como pueden ser: el metabolismo o la inmunidad o el papel que desempeña en la relación entre el intestino y el cerebro (eje intestino-microbiota-cerebro).
Para realizar correctamente sus funciones, la microbiota intestinal debe ser diversa, equilibrada y estable.
No obstante, a veces, estas bacterias que viven en simbiosis con nuestro intestino en un delicado equilibrio, pueden verse afectadas por la alimentación, estrés, enfermedades, o algunos medicamentos, alterando
la microbiota intestinal, dónde aparece una situación denominada “Disbiosis”.

¿Disbiosis intestinal?

Es una alteración de la relación de beneficio mutuo existente entre el huésped (cuerpo) y su microbiota, que causa un desequilibrio de la microbiota intestinal con un crecimiento exagerado de gérmenes patógenos.

El eje microbiota-intestino-cerebro

El intestino y el cerebro están estrechamente conectados. La microbiota intestinal también participa en la comunicación entre el intestino y el cerebro. Esta conexión es bidireccional e influye sobre el funcionamiento cerebral.
Esta comunicación intestino/cerebro conduce a pensar que existe una
relación entre un desequilibrio de la microbiota intestinal y ciertos trastornos psíquicos frecuentemente observados, como el estrés o la ansiedad.
Mantener una flora intestinal equilibrada es una garantía de buena salud

El desequilibrio de la flora intestinal se recupera con la administración de Probióticos, pero si no se toman Prebióticos Saludables que nutran adecuadamente las cepas bacterianas, los Probióticos no tienen ningún
efecto sobre nuestro organismo.

Probióticos: Son generalmente cultivos de microorganismos o bacterias vivas únicas o mezcla de cultivos que formarán el componente mayor de la microflora intestinal (por ejemplo, Lactobacilos o Bifidobacterias).
Los Probióticos “bacterias amistosas” cuando son ingeridos, sobreviven a la digestión, de modo que llegan vivas al colon y cuando se administran en cantidades adecuadas producen un beneficio para la salud, mejorando las propiedades de la microflora nativa y el equilibrio intestinal.
Prebióticos: Son compuestos que el organismo no puede digerir, pero que tienen un efecto fisiológico en el intestino ya que estimulan, de manera selectiva, el crecimiento y la actividad de las bacterias beneficiosas
(Bifidobacterias y Lactobacilos). Se trata de un tipo de hidratos de carbono (una “fibra especial”) presentes en algunos alimentos que, pese a que nuestro sistema digestivo no es capaz de digerir, son fermentados en el tracto gastrointestinal y utilizados como “alimento” por determinadas bacterias intestinales beneficiosas.
Los Prebióticos más estudiados son: La Inulina y los Fructooligosacáridos (conocidos también como FOS y Galactooligosacáridos (GOS).

Cuando las bacterias beneficiosas del intestino utilizan los Prebióticos como alimento, producen una serie de subproductos, entre los que se encuentran los ácidos grasos de cadena corta (AGCC), que tienen efectos positivos sobre el intestino ya que las células intestinales los utilizan como nutrientes.
Simbióticos: Son productos que incorporan conjuntamente Probióticos y Prebióticos. La intención es que al llegar al intestino los probióticos lo hagan acompañados de aquellas sustancias (prebióticos) que ayuden a
su crecimiento y colonización.
Los simbióticos son la mejor estrategia para la integración del probiótico en el ecosistema, ya que aumentan la persistencia (vida útil del producto) y, por otra parte, proporcionan un sustrato específico para la flora bacteriana residente.
Probióticos y Prebióticos Plannatur® es un simbiótico y gastroresistente.

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Modo de empleo

Adultos y niños/as a partir de 16 años:


Tomar de 1 a 3 cápsulas al día para problemas de diarrea o flatulencias, alejado
de las comidas.
Tomar de 4 a 5 cápsulas al día para subir el sistema inmunitario, fuera de las
comidas.

 

Presentación:
60 cápsulas


Peso Cápsula:
898 mg


Peso Neto:
53,88 g


Tipo de Cápsula:
Vegetal


Tamaño y Forma Cápsula:
Cápsula 00 Transparente


Tiempo de Desintegración:
Menos de 30 minutos


Alérgenos:
Contiene Leche
Intolerantes a la
fructosa
(Max. 500mg/día)

Notas adicionales

Ingredientes (Por 1 Cápsula):

Fructooligosacaridos (FOS) 150 mg
Lithothamne Alga polvo (Lithothamnion calcareum) (Tallos) 150 mg
Mezcla de probióticos Blend® 2,5 x 109 UFC/G (Gastroresistentes) (Leche)Ufc= Unidades formadoras de Colonias:Lactobacillus acidophilus                      625000000 ufc Bifidobacterium bifidium                      625000000 ufc Lactobacillus casei subs. casei              500000000 ufc Lactobacillus casei subs. rhamnosus  375000000 ufc Streptococcus termophilus                  375000000 ufc 100 mg 25 mg 25 mg 20 mg 15 mg 15 mg

Prebióticos:

E.S. Achicoria 4:1 (Cichorium Intybus SP.) (Raíz) (Equivalente a 300mg en planta) 75 mg
E.S. Cebolla 10:1 (Allium Cepa L) (Bulbo-raíz) (Equivalente a 750mg en planta) 75 mg
E.S. Alcachofa (Cynara scolimus)(Hojas) (Cinarina 2,5%) (Aportación de Cinarinas 1,88 mg) 75 mg
Ispagula polvo (Plantago ovata) (Epidermo) 50 mg
Inulina polvo (Cichorium intybus L.)(Raíz) 50 mg
E.S.: Extracto Seco.  

Encapsulado con:

  Agente de Carga (Maltodextrina) Antiaglomerante (Sales Magnésicas de Ácidos Grasos)

Acción & Precauciones

Acción

Probióticos

Los probióticos son bacterias que ayudan a mantener saludable el microbiota que reside en nuestro cuerpo. Incrementan la función de barrera, sintetizan sustancias antimicrobianas.

Prebióticos

Son fermentados por la microbiota del colon. De esta forma estimulan el crecimiento de las especies beneficiosas, como son las bifidobacterias y los lactobacilos, aportándoles sustrato energético y micronutrientes.

Simbiótico

La administración simultánea de probióticos y un sustrato que puedan metabolizar, proporciona a las cepas administradas mayores oportunidades para la colonización y supervivencia en el colon del hospedador al aumentar o prolongar sus efectos beneficiosos. Los simbióticos tienen un mayor efecto beneficioso sobre la flora intestinal que los probióticos y los prebióticos en forma aislada. Esto se debe a que reducen el pH, promueven el crecimiento de bifidobacterias y de la acción protectora mediante la inhibición de microorganismos potencialmente patógenos, favorecen la estabilización del entorno intestinal y aumentan la liberación de ácidos grasos de cadena corta.

Propiedades de Pre+Pro:

  • Es resistente al ácido y a la bilis y sobrevive en el intestino. Permanece estable a temperatura ambiente durante al menos 2 años (no necesita refrigeración).
  • Estimula y apoya el sistema inmunológico.
  • Favorece y equilibra una flora intestinal saludable. Propicia el desarrollo de las bacterias beneficiosas de la flora intestinal y dificulta el crecimiento de las patógenas.
  • Elimina las bacterias patógenas del tracto digestivo, controlando la proliferación de hongos parásitos. Crea un pH ácido en el intestino mediante la síntesis de ácido láctico, esto impide sobrevivir y multiplicarse las bacterias dañinas antes de ser eliminadas por las heces.
  • Proporciona una barrera frente a microorganismos patógenos con lo que protege frente a la diarrea infecciosa y la asociada a antibióticos.
  • Reduce los trastornos digestivos, al ayudar a mantener el equilibrio intestinal.
  • Protege el intestino: evitando putrefacciones.
  • Favorece la eliminación de residuos y previene las fermentaciones putrefactivas y los gases. Reduce el hinchazón abdominal y la incidencia de estreñimiento crónico.
  • Mejora la regularidad intestinal, con lo que disminuyen los episodios de estreñimiento.
  • Regula el equilibrio ácido del estómago, previniendo la aparición de úlceras intestinales. Regula el peristaltismo intestinal.
  • Elimina el mal aliento ocasionado por la putrefacción intestinal resistente a los enjuagues bucales.
  • Favorece la digestión y la asimilación de nutrientes.
  • Facilita la absorción de algunos minerales y favorece la síntesis de ciertas vitaminas. Mejora la absorción del Calcio, proteínas y complejo B (Ácido Fólico, Biotina y Cobalamina, especialmente). Interviene en la elaboración de nutrientes esenciales, como Vitamina K y Biotina.
  • Produce cantidades de lactasa que ayudan a las personas con intolerancia a la leche, mejorando la tolerancia a la lactosa y algunos alimentos, previniendo y mejorando las alergias alimentarias.
  • Reduce el riesgo de cáncer de colon y de enfermedad inflamatoria intestinal.
  • Estimula el sistema inmunitario.
  • Excluye o reduce la adherencia patógena
  • Produce ácidos, peróxido de hidrógeno y bacteriocinas antagonistas al crecimiento patógeno.
  • Refuerza la lucha antiinfecciosa y la capa protectora de las mucosas y la piel.
  • Combate bacterias genitales, urinarias y dérmicas.
  • Previene enfermedades infecciosas como la gripe, urocistitis o candidiasis vaginal.
  • La toma de un producto en el que se combinan Probióticos y Prebióticos, contribuirá al equilibrio de la flora intestinal, mejorando notablemente la salud en general.
  • Los simbióticos tienen un mayor efecto beneficioso sobre la flora intestinal, que los probióticos y los prebióticos en forma aislada.
 

Beneficios de los Probióticos:

  • Mejoran la respuesta del sistema inmune.
  • Promueven la actividad antitumoral y anticancerígena en el organismo.
  • Reducen el efecto negativo de los antibióticos.
  • Se relacionan y previenen ciertas alteraciones del sistema nervioso y trastornos del comportamiento: autismo, depresión, ansiedad o Alzheimer.
  • Ayudan en la prevención y tratamiento de la inflamación del colon después de la cirugía.
  • Reducen la incidencia de las infecciones por levaduras, vaginitis y candidiasis.
  • Mejoran la capacidad para digerir los alimentos.
  • Aumenta la capacidad de asimilar los nutrientes de los alimentos.
  • Mejoran la función intestinal.
  • Alivian ciertos trastornos digestivos comunes, como estreñimiento y diarrea.
  • Previenen ciertas expresiones alérgicas.
  • Mejoran la intolerancia a la lactosa.
  • Previenen síndrome metabólico.
  • Ayudan a reducir los niveles de colesterol.
  • Aumentan la capacidad de sintetizar la Vitamina D.
  • Aumentan la capacidad de absorber el calcio.
  • Beneficiosos en obesidad y control de peso.
  • Actúan como un remedio para el mal aliento (halitosis).
 
  • Lactobacillus Acidophilus: Es quizás el tipo más importante de probiótico, ya que ayuda en la absorción de varios nutrientes, además de combatir infecciones y facilitar la digestión. Ayuda en la produc ción de Vitaminas del complejo B (B6, B12, ácido fólico, riboflavina, Niacina, Biotina y ácido pantoténico, mejora la absorción del calcio, produce enzimas como la lactasa que ayuda a la digestión de la proteína de la leche (lactosa) y mejora los síntomas del Síndrome de Intestino Irritable. Produce antibióticos naturales que ayudan en el control de bacterias patógenas intestinales, ayuda en la digestión de los alimentos y al control de la candidiasis intestinal. Cuando es ingerido con regularidad, coloniza la mucosa intestinal y el revestimiento de la vagina, del cuello uterino y de la uretra, produciendo ácido láctico y otros ácidos orgánicos que inhiben la adherencia y la multiplicación de los microbios patógenos, incluyendo Escherichia coli (relacionada con la llamada diarrea del viajero), Staphylococcus aureus y Salmonella (causas comunes de intoxicación alimentaria), Cándida albicans (infecciones por hongos y síndromes fúngicos), Shigella y especies de Clostridium, Listeria y Helicobacter.
  • Bifidobacterium Bifidum: Está presente en el intestino delgado y grueso, ayuda a mantener una flora saludable en el intestino. Este organismo proporciona un excelente apoyo para mantener una microflora equilibrada ayudando en la digestión de los productos lácteos, ayuda a la movilidad intestinal y así mejora la función del tránsito intestinal. Su labor principal es colonizar las paredes inferiores para inhibir el crecimiento y evitar la proliferación de bacterias nocivas, además protege a las células que recubre las paredes intestinales de los agentes tóxicos y ayuda a las células inmunes, potenciando el desarrollo de aquellas, por lo que son capaces de vivir el tiempo suficiente para madurar y que puedan fortificar nuestro bienestar. Además, ayuda a absorber eficazmente los nutrientes como los carbohidratos no digeribles, Vitamina B12 y otros minerales como el hierro o el calcio. Otra de sus funciones es la de promover la producción de ácido láctico, ácido acético, peróxido de hidrogeno y otros compuestos que nuestro cuerpo necesita.
  • Lactobacillus Casei subs. Casei: Trabaja conjuntamente con otros organismos ayudando al crecimiento de otras bacterias benéficas y actúa a nivel del intestino delgado. Se ha comprobado que esta especie particular de lactobacilo es muy resistente a rangos muy amplios de pH y temperatura, siendo además un complemento al crecimiento de L. acidophilus, un productor de la enzima amilasa (una enzima digestiva de carbohidratos en la saliva y en el jugo pancreático de mamíferos). Se cree que mejora la digestión y la tolerancia a la leche. Está demostrado que la variante GG ayuda a la recuperación de la diarrea en niños. Por esta razón se emplea en la elaboración de diversos alimentos funcionales.
  • Lactobacillus Casei subs. Rhamnosus: Es capaza de sobrevivir en condiciones ácidas y la presencia de bilis en el estómago e intestino. Esta bacteria coloniza el tracto digestivo y equilibra la microbiota intestinal. Está presente en el intestino, ayuda a eliminar las ocasionales molestias intestinales trabajando para mantener una de los alimentos y al control de la candidiasis intestinal. Cuando es ingerido con regularidad, coloniza la mucosa intestinal y el revestimiento de la vagina, del cuello uterino y de la uretra, produciendo ácido láctico y otros ácidos orgánicos que inhiben la adherencia y la multiplicación de los microbios patógenos, incluyendo Escherichia coli (relacionada con la llamada diarrea del viajero), Staphylococcus aureus y Salmonella (causas comunes de intoxicación alimentaria), Cándida albicans (infecciones por hongos y síndromes fúngicos), Shigella y especies de Clostridium, Listeria y Helicobacter.
  • Bifidobacterium Bifidum: Está presente en el intestino delgado y grueso, ayuda a mantener una flora saludable en el intestino. Este organismo proporciona un excelente apoyo para mantener una microflora equilibrada ayudando en la digestión de los productos lácteos, ayuda a la movilidad intestinal y así mejora la función del tránsito intestinal. Su labor principal es colonizar las paredes inferiores para inhibir el crecimiento y evitar la proliferación de bacterias nocivas, además protege a las células que recubre las paredes intestinales de los agentes tóxicos y ayuda a las células inmunes, potenciando el desarrollo de aquellas, por lo que son capaces de vivir el tiempo suficiente para madurar y que puedan fortificar nuestro bienestar. Además, ayuda a absorber eficazmente los nutrientes como los carbohidratos no digeribles, Vitamina B12 y otros minerales como el hierro o el calcio. Otra de sus funciones es la de promover la producción de ácido láctico, ácido acético, peróxido de hidrogeno y otros compuestos que nuestro cuerpo necesita.
  • Lactobacillus Casei subs. Casei: Trabaja conjuntamente con otros organismos ayudando al crecimiento de otras bacterias benéficas y actúa a nivel del intestino delgado. Se ha comprobado que esta especie particular de lactobacilo es muy resistente a rangos muy amplios de pH y temperatura, siendo además un complemento al crecimiento de L. acidophilus, un productor de la enzima amilasa (una enzima digestiva de carbohidratos en la saliva y en el jugo pancreático de mamíferos). Se cree que mejora la digestión y la tolerancia a la leche. Está demostrado que la variante GG ayuda a la recuperación de la diarrea en niños. Por esta razón se emplea en la elaboración de diversos alimentos funcionales.
  • Lactobacillus Casei subs. Rhamnosus: Es capaza de sobrevivir en condiciones ácidas y la presencia de bilis en el estómago e intestino. Esta bacteria coloniza el tracto digestivo y equilibra la microbiota intestinal. Está presente en el intestino, ayuda a eliminar las ocasionales molestias intestinales trabajando para mantener una microflora saludable y pueden ayudar a combatir rápidamente casos de diarrea, especialmente cuando se viaja a otros países. Mejora la salud digestiva en general, que incluye el tiempo de digestión rápida desde la boca hasta la eliminación, disminución de la hinchazón y disminución de gas.
  • Streptococcus Termophilus: Cepa de alta potencia que ayuda a mantener la flora intestinal. Mejora la condición de intolerancia a la lactosa pues ayudan en la digestión de los carbohidratos de la leche, ayuda a controlar diarreas agudas causadas por bacterias patógenas y por antibióticos. Ayuda a controlar la gastritis e infección por Helicobacter Pylori. Trabaja en perfecta sinergia con Lactobacillus y Bifidobacterias, donde todas producen cofactores que las otras necesitan para proliferar.
  • Beneficios de los Prebióticos: – Estimulan funciones del sistema inmunitario. – Aumentan el número y actividad de las bacterias fermentativas beneficiosas (Bifidobacterias y Lactobacilos). – Reducen la proliferación y actividad de bacterias patógenas. – Regulan el tránsito intestinal (estreñimiento-diarrea). – Impiden aparición de sustancias metabólicas nocivas producidas por la fermentación de las proteínas. – Efecto sobre la uremia y eliminación de nitrógeno/amoniaco y reducen la acidez en el pH en colon. – Protegen y reducen el riesgo de padecer enfermedades intestinales (infecciosas o inflamatorias). – Favorecen la producción de ácidos grasos de cadena corta (AGCC) y efectos asociados. – Favorecen la absorción de minerales como calcio, magnesio, zinc y hierro. – Favorecen la mineralización ósea y mejorando la densidad. – Reducen presión arterial, niveles de glucosa, colesterol, triglicéridos y fosfolípidos. – Reducen el riesgo y protegen frente al cáncer colorrectal.
  • Inulina: La inulina no es degradada por la enzima humana amilasa o ptialina, presente en la saliva y secreción pancreática. Como resultado, la inulina atraviesa la mayor parte del tracto digestivo prácticamente sin cambios y solamente cuando llega a la primera porción del intestino grueso las bacterias en él residentes, empiezan a degradar la inulina en grandes proporciones y a metabolizarla… actúa como fibra. Debido a ello se le han atribuido muchas propiedades como compuesto prebiótico, es decir, como ingrediente no digestible que afecta beneficiosamente al organismo mediante la estimulación del crecimiento y actividad de una o varias cepas de bacterias en el colon.
  • La achicoria (Cichorium Intybus L.): Es una planta bienal de la familia de las Asteráceas. También se la conoce con los nombres de radicheta, escarola, margarita azul, diente de león azul, casia o caupí. La raíz contiene un hidrato de carbono conocido como inulina. La fibra de raíz de achicoria no es digerible, ya que las enzimas humanas no hidrolizan las uniones entre moléculas La fibra de raíz de achicoria es una fibra alimentaria que no se digiere ni se absorbe hasta llegar al intestino grueso. La microbiota del intestino grueso, especialmente bifidobacterias y lactobacilos, emplean la fibra de raíz de achicoria como nutriente. Los productos de descomposición de esta fermentación prebiótica sacarolítica son ácidos grasos de cadena corta y otros metabolitos.
  • Cebolla: Los beneficios digestivos de las cebollas se pueden atribuir al compuesto inulina, una fibra prebiótica que sirve como alimento para nuestras bacterias intestinales beneficiosas. Por otro lado, se ha observado que otro tipo de fibra presente en las cebollas, la oligofructosa (subgrupo de la inulina), puede prevenir y tratar diferentes tipos de diarrea. Otros de sus compuestos reducen el riesgo de úlceras gástricas y alivian el estreñimiento y el dolor de estómago.
  • Alcachofa: Representa una fuente natural de ácidos fenólicos tales como Cinarina (ácido 1,5-dicafeoilquínico) y ácido clorogénico (ácido 5-cafeoilquínico) como los fenoles más abundantes. Además, los derivados de flavonoides tales como luteolina y apigenina, se han encontrado en las hojas y cabezas de esta planta. También en la alcachofa está presente un hidrato de carbono de reserva que es la inulina un tipo de fructooligosacárido (FOS), constituido por varias unidades de fructosa con enlaces que son resistentes a las enzimas intestinales por lo que llegan al intestino grueso y allí las enzimas de los microorganismos que colonizan esta parte del intestino las digieren y las utilizan.
  • Ispaghula: Parece especialmente eficaz para ayudar a regular el tránsito intestinal. Es una fibra vegetal que tiene un papel fundamental en la microbiota intestinal. La Ispaghula fermenta más lentamente que otras fibras prebióticas. Como resultado, puede producir menos gases no deseados y ofrecer beneficios prebióticos en toda la longitud del colon. Estos microorganismos se alimentan de estos residuos y esto beneficia directamente a nuestra salud manteniendo el equilibrio intestinal tan necesario para una correcta función del sistema digestivo como en la regulación del tránsito intestinal, la absorción de nutrientes (muy importante para el desarrollo muscular) y la regulación de glucosa en sangre. Por tanto, las cascaras de Ispaghula son una fibra soluble y prebiótica muy beneficiosa para el tracto digestivo y la salud en general.
 

Usos

  • Alteración en la microbiota intestinal.
  • Sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (SIBO).
  • Especialmente indicado para trastornos inmunitarios.
  • Infecciones intestinales (catarro intestinal, gastroenteritis, H.Pylori...
  • Problemas digestivos tales como: dispepsias, úlceras, flatulencias o enfermedad inflamatoria intestinal (colon irritable).
  • Síndrome del intestino permeable.
  • Colitis Ulcerosa.
  • Diarrea crónicas y agudas. Diarreas asociadas a los antibióticos y diarrea del viajero.
  • Disminución de diarreas, ya sea por virus, bacterias o parásitos.
  • Estreñimiento.
  • Alergias e intolerancias alimentarias, intolerancia a la lactosa.
  • Hongos, Candidiasis intestinal. vaginal, bucal (muguet) y sistémica.
  • Cistitis recidivante y crónica.
  • Problemas dermatológicos: acné, eccema o psoriasis. Dermatitis atópica.
  • Infecciones, toxemia, halitosis...
  • Intoxicación del organismo con olor corporal excesivo.
  • Depuración intestinal y mantener limpios los intestinos.
  • Trastornos inmunitarios. Inmunodeficiencias en general.
  • Infección por Helicobacter Pylori.
  • Enfermedad de Lyme.
  • Malnutrición.
  • Descalcificación. Osteoporosis.
  • Anemia.
  • Colesterol alto.
  • Mantener equilibrio psicológico (ansiedad o depresión leve).
 

Precauciones

  • Algunas personas experimentan producción excesiva de gases debido al efecto correctivo que los Probióticos ejercen en el colon. Este hecho es específico de algunos pacientes y normalmente disminuye con el uso. Se recomiendan incrementos graduales de la dosis durante el tiempo para minimizar este efecto. No tomar durante más de 1 mes salvo prescripción médica.
  • No es aconsejable tomar suplementos probióticos de forma regular o preventiva habitualmente (más de 4 veces al año sin causa médica justificada).
  • Los FOS (prebióticos) parecen ser generalmente seguros. Sin embargo, pueden causar distensión, flatulencia y malestar intestinal en dosis de 15 gramos o más al día.
  • Las personas con intolerancia a la lactosa pueden padecer particularmente estos efectos secundarios.
  • Las personas que padecen el síndrome de malabsorción de fructosa (intolerantes a fructosa) deben tomar un máximo de 0,5 g. de fructooligosacáridos al día dentro de la dieta.
 

No recomendado

  • Embarazadas (consultar a su médico).
  • Lactancia (consultar a su médico).
  • Niños/as menores de 16 años.
  • Leucemia.
  • Alergia a la Inulina.
  • Personas con fructasemia IHF (Intolerancia Hereditaria a la Fructosa).

Interacción con medicamentos

  • Antibióticos: El tomar antibióticos junto con Bifidobacterias podría reducir la eficacia de las Bifidobacterias. Para evitar esta interacción, tome los productos de Bifidobacterias al menos 2 horas antes o después de los antibióticos.
  • Medicamentos que disminuyen el sistema inmunológico (Inmunosupresores): El Lactobacilo contiene bacterias y levaduras vivas. El sistema inmunológico generalmente controla las bacterias y las levaduras presentes en el cuerpo para así prevenir enfermedades. Los me dicamentos que disminuyen el sistema inmunológico pueden aumentar las probabilidades de producir enfermedades debido a las bacterias y levaduras.

Notas

Mezcla probiótica gastroresistente, aun así no ingerir las cápsulas con bebidas calientes, el calor mata las bacterias. Tomarlo al menos 2 horas después de la toma de antibióticos.
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